viernes, 13 de septiembre de 2013

Inmersiones #22 y #23: Carall Bernat 2 y Tasco Gros

Carall Bernat 2

13 de septiembre de 2013, 11:27
Profundidad: 30.4m
Temperatura: 22ºC - 21ºC
Tiempo de fondo: 53min


Carall Bernat
Esta mañana nos hemos despedido de Andrés y nosotros emprendemos las dos últimas inmersiones de las vacaciones. Hoy toca repetir Carall Bernat. A bordo del barco un instructor que no habíamos conocido hasta ahora nos hace el briefing. Nos equipamos y descendemos hasta los 14m y a los 2 minutos me doy cuenta de la cagada #24. Se me ha olvidado ponerme una capa de vaselina en el bigote para sellar la entrada. Bea nota que voy incómodo y me pregunta que tal voy. Le señalo el problema y decidimos volver al barco. El barquero y el instructor, muy amables, me pasan el tubo y procedo a arreglar el asunto. Volvemos abajo y empezamos la inmersión con 170bar yo y 160bar Bea. No hay problema porque ya conocemos el recorrido y podemos hacerlo usando cotas más altas para ahorrar aire.

Unos pocos meros escondidos, algún banco de mojarras, corvinas, algún sargo breado y poco más. Al llegar a la plataforma situada un poco antes de la cara este del Carall Bernat notamos algo de corriente y poca visibilidad. Cuando llegamos a la pared la corriente es mayor y dudamos un poco al ver lo que parece un paso situado a la izquierda. No nos suena el entorno y continuamos un poco más adelante hasta ver, esta vez si, la entrada que sube hasta los 6m. Como el día está más soleado a esta poca profundidad destaca el color de algunos fredy. Después del paso llegamos a la zona de la boya y damos una pequeña vuelta jugando con algún mero. Yo voy con 70bar y Bea me indica que está en 50, así que vamos a la boya a hacer la parada de seguridad y terminamos.

Tasco Gros

13 de septiembre de 2013, 15:29
Profundidad: 26.8m
Temperatura: 22ºC - 20ºC
Tiempo de fondo: 45min


Tasco Gros y Carall Bernat
Esta tarde el barco va bastante lleno y fondeamos en una boya al suroeste del Tasco Gros. La pareja de Pamplona que conocimos ayer, Mónica y Pablo, nos preguntan si pueden venir con nosotros y aceptamos gustosos la invitación. Hay una fuerte corriente en superficie de norte a sur y algunos buceadores tienen problemas para alcanzar la boya en la proa del barco. El barquero lanza cabos a los distintos grupos para ayudarlos a alcanzar la boya. Los buceadores nadan por estribor y nos toca esperar a que se despeje el asunto, ya que esa es nuestra zona de entrada. Somos los últimos en bajar y Bea y yo nos lanzamos a la vez para que el barquero nos eche el cabo. Habíamos quedado con Pablo y Mónica en la boya, pero para cuando llegamos nosotros ya ha transcurrido bastante rato y ellos ya no están.

Bajamos a 15m y los vemos cerca del muerto de la boya. Les hago seña de compañeros pero parece que no me ven. Hay otra pareja que parece tener problemas. Un buceador intenta ajustar la botella de su compañera que parece estar suelta. Les preguntamos si todo va bien y el buceador nos contesta ok. Nosotros nos dirigimos a la pared para seguirla un poco en dirección norte y le señalo a Bea que la buceadora parece tener más problemas.  Se mueve de forma extraña y bracea mucho por lo que parece que tiene arcadas. Como están cuatro personas nosotros esperamos sin acercarnos hasta que parece que el asunto está bajo control.

Debido a la lucha contra la corriente en superficie, empezamos la inmersión con casi 170bar. Un poco antes de llegar a la pared vemos un par de morenas compartiendo piedra, algún mero de gran tamaño, varias corvinas y una barracuda a media agua. Al llegar a la pared notamos que la corriente aumenta. Comentamos la situación y decidimos continuar un poco más mientras nos cruzamos con un par de grupos. Como no vemos nada del otro mundo y está bastante oscuro nos volvemos.

Como vamos bien de aire damos una pequeña vuelta por la zona de la boya. Previendo jaleo al salir y queriendo ir bien de aire, decidimos ir a hacer la parada y salir. Bea avisa a Pablo de nuestras intenciones y el porque, y éste, se va a buscar a Mónica. Al llegar a 6m vemos que hay overbooking a los 5m de cable. Como vamos sobrados de aire esperamos pacientemente nuestro turno, cuando de repente, aparece por debajo el grupo de 3 que la llevan liando toda la semana. El grupo lo encabeza un tipo calvo que comienza a subir sin mirar arriba. A mi me resulta difícil apartarme debido a la fuerte corriente cuando, el tipo, sin mirar casi me incrusta su grifería en la cara. Pasan los 3 trepando entre la gente mientras mi hostiómetro llega al máximo. Bea me dice que me calme y cuando acabamos nuestra parada, salimos fuera. Nos dejamos llevar un poco por la corriente y yo me tengo que sujetar a Bea hasta que despejan la escalera.

Ya en el barco, no puedo más y le hago saber al calvo lo que pienso. Es el mismo tipo que ayer si lanzó al agua sin mirar y casi le abre la cabeza a un francés. El me contesta que estoy muy equivocado y yo le contesto que no es sólo es eso, que tampoco me gusta que pisen el material y que acaparen los sitios. En fin, me voy a mi sitio porque no me apetece continuar la discusión. Al salir del barco el hombre se ofrece a explicármelo y acaba disculpándose a lo que yo le quito importancia y doy por cerrado el asunto. Lo que más me jode es que no se trata de un grupito de veinteañeros, sino de tres señores de cincuenta y pico y con mucha experiencia a juzgar por lo antiguo de su equipo. Ya de vuelta Sergio y el instructor me hacen algunas coñas y todos nos reímos un poco. Así es como debe terminar siempre todo, con risas.




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