jueves, 15 de agosto de 2013

Inmersión #8: traje seco


Desde que supe de las inmersiones de hielo, tuve claro que la inmersión de traje seco sería una de las mismas. Más delante, la especialidad será algo interesante ya que el traje seco me parece una herramienta imprescindible.

Hoy debía de haber llegado a Hondarribia a las 8 de la mañana, pero un malentendido y un poco de confusión me han hecho llegar más tarde. Aprovechando que vengo de Pamplona hoy he traído a Eduardo, un arquitecto que vive en Pamplona y aficionado al buceo. Durante el trayecto hemos estado hablando de buceo técnico, una disciplina interesante que él practica, pero que yo veo muy lejos.

Hoy el día es inmejorable, 27 grados, el mar parece una balsa y parece que habrá buena visibilidad. Cuando yo llego mis compañeros ya están terminando el repaso con Gabi, nuestro instructor.

Las consideraciones importantes con traje seco tienen que ver con mas flotabilidad. Usar una capa aislante de aire, hará que nuestra flotabilidad sea mayor y debemos ir lastrados. El mayor problema que puede suceder es un ascenso incontrolado. Subir rápido hará que la presión de nuestro aire se reduzca aumentando su volumen y provocando que subamos todavía más rápido.

El segundo posible fallo es la rotura y hundimiento. En ese caso se debe terminar la inmersión, controlar la flotabilidad con el chaleco y soltar lastre sólo si es necesario.

Pueden surgir otros problemas menores, como por ejemplo, que el aire de los pies nos haga dar la vuelta cabeza abajo. En ese caso hacer una bola con el cuerpo o pegar un golpe rápido con los riñones nos ayudará.

Embarcamos con Gabi y el resto del grupo. Dejamos a Eduardo y a si grupo en un waypoint desde donde llegarán buceando a los frailes. Nosotros anclamos en los frailes poco después, nos equipamos y al agua.
La primera sensación es como el traje hace vacío y se pega a la piel. Me siento como el choped de oferta del mercadona. Descendemos por el cabo del ancla hinchando el traje con golpes cortos. Yo voy primero, y mi compañero Bosco después. Después de darle el ok a Gabi vamos hacia la playa de arena donde haremos un par de ejercicios. El primero es pivotar, que no es mas que coger flotabilidad neutra y ascender y descender controlando la flotabilidad. El segundo es el Buda, recoger las piernas senado y mantenerse entre dos aguas. El primero bien, pero el segundo el chaleco me descompensa para atrás. El resto de la inmersión es un paseo por los frailes. La visibilidad es muy buena y el paseo muy ameno. Estrellas de mar y cabrachos. Es impresionante la forma en la que se mimetizan con el fondo. 41 minutos de inmersión con una profundidad máxima de 15m.


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