lunes, 5 de agosto de 2013

Inmersiones #3 y #4: La cala de los frailes


Las últimas inmersiones serían en Hondarribia. Buceo Navarra tiene otro centro allí, BuceoHondarribia. Buenas instalaciones, duchas, montones de material de alquiler y barcos. Esta vez me acompaña Bea, pero sin equipo, solo para mirar. Hoy el día no ha salido tan bueno, hay algo de nubes con pinta de agua pero no hace demasiado frío.

Hoy toca inmersión desde barco. La primera ejercicios como las del viernes y la última una pequeña prueba de orientación más la prueba de ascenso controlado de emergencia. Montamos todo el material en el centro y lo cargamos al barco. A nuestro grupo se suman 2 chicos y una pareja que van a realizar un bautismo. Como divemaster nos acompaña Miren, una chica de ventipocos años que lleva buceando desde los doce, casi nada…Con Marimar al timón zarpamos hacia la cala de los frailes. Bastante tráfico de barcos, muchos de ellos de buceadores franceses. Uno de ellos nos hace estela. Que pena que la cafetera en la que vamos no está armada con cañones, arrr!! Esos franceses merecen la muerte.

Cuando llegamos vemos la zodiac del centro de buceo y Marimar dice que va a abarloar. Yo la miro y asiento con la cabeza. No tengo ni puta idea de lo que me está hablando. Nos equipamos, pero entre el calor, el peso del equipo y el movimiento del barco me empiezan a entrar los calores del mareo. Ignacio me dice que me tire al agua ya. Desde barco, una de las técnicas para entrar en el agua es el paso de gigante. Consiste en dar un paso grande mientras que con una mano te sujetas las gafas y con otra los plomos. El regulador debe estar en la boca y no se debe saltar. Primera cagada, yo salto. Ya en el agua doy el ok y Miren me abronca con razón mientras Bea se descojona. En un barco más grande con oleaje, este salto puede suponer una buena hostia.

Una vez todo el grupo en el agua, bajamos por el cabo del ancla hasta 6m. Encontramos una visibilidad de apenas 3 o 4m y mar de fondo. La sensación de desorientación junto con el mar de fondo y el poco control de flotabilidad de un novato hacen la inmersión incómoda. Realizamos los ejercicios y volvemos a la zodiac porque el barco se va a hacer otro viaje. Bea se marcha con el barco por dejarnos más sitio en la zodiac. Dadas las condiciones del mar, se queda con nosotros Luis Gorricho, el marido de Marimar. Luis realizará la prueba a uno de nosotros por seguridad, para que los dos instructores vayan solo con 4 alumnos. Mala suerte, le ha tocado conmigo. Luis es un hombre alegre, y que sin conocerlo de nada, da la sensación de que sabe lo que hace. Me transmite mucha seguridad.

Está lloviendo, pero la temperatura del aire y del agua es buena. Luis me hace llevar un rumbo en superficie y volver a realizar el recíproco. De ahí vamos para abajo hasta los 7m y vuelvo a realizar el ejercicio de orientación. Hay menos mar de fondo y se está mejor que en la primera inmersión. Hay tan poca visibilidad que al volver no veo el ancla que Luis me señala a 3 o 4 metros. Al terminar el ejercicio, Luis me da la mano en señal de felicitación y me hace la seña para de compañeros para que le siga a dar una vuelta. Me lleva de turismo por la cala de los frailes y me va señalando la vida que encontramos. Me señala unas anémonas indicándome que no las toque, vemos un pulpo varios bancos de peces pequeños y una buena lubina cazando. Al terminar hacemos la prueba de ascenso controlado de emergencia. Se trata de subir aleteando con el regulador en la boca, pero exhalando aire continuamente para evitar la sobre expansión pulmonar. Luis me índica que todo bien excepto que he subido muy rápido, cagada #2. Al regresar a Hondarribia hacemos el debriefing con Ignacio y el resto de los compañeros en un bar que ponen unos bocatas de barra de pan entera.

Una vez terminada la inmersión y duchado, lo único que me separa del Open Water es un pequeño test de 18 preguntas teóricas para justificar que nadie ha hecho el examen online por mi. Marimar me da el papel, lo relleno y todos contentos. El siguiente paso para poder bucear con comodidad es el nivel avanzado. Bea y yo pasamos un rato con Marimar donde ella me explica la mecánica. Para el avanzado hay que adquirir un pack que contiene un libro donde se explican unas 12 inmersiones específicas. PADI las llama aventuras. De todas esas inmersiones hay que elegir 5, siendo obligatorias navegación y profundidad. Cuando salgo por la puerta del centro, ya me he decidido a hacerlo ya he comprado el pack.

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